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“Por una España digital” de Javier Rodríguez Zapatero

La digitalización no es solo hacerlo todo vía internet ni servirse de la tecnología para reducir plazos y aumentar productividades. Ese es solo el punto de partida para entrar en otra dimensión de nuevas posibilidades y logros que den la vuelta completamente tanto a nuestras vidas como a nuestro modelo de país y de sociedad. Un ensayo claro que ofrece una visión amplia que tomar como referencia y una propuesta de cómo afrontar este que considerar como guía.

El mundo actual cambia a velocidad de vértigo. No nos da tiempo a actualizarnos. Nos quedamos anticuados sin ni siquiera haber disfrutado de lo que creíamos puntero. ¿Qué está pasando? Que las nuevas tecnologías de la información y el conocimiento están cada día más presentes en las distintas áreas de nuestra vida y de una manera más profunda, tanto que ya es imposible tener una imagen única de hasta dónde llegan. Aún hay ámbitos fuera de su intervención, pero solo de manera relativa, al menos en las coordenadas occidentales a las que pertenecemos como habitantes de uno de los países más punteros y desarrollados.

España es uno de los países con mayor potencial para aprovechar esta revolución, la 14 del mundo con mayor PIB o el 27 si se considera la renta nacional bruta. Pero para conseguirlo ha de afrontar una serie de importantes retos, tomarnos más en serio cuanto tiene que ver con la investigación y el desarrollo, con mirar más allá del corto plazo, tal y como expone quien fuera director de Google en España, Portugal y Oriente Medio y Yahoo! Europa.

Rodríguez Zapatero escribe con conocimiento de causa, tras esos cargos fundó la escuela de negocio ISDI que hoy preside, y por eso hay que considerar la hoja de ruta que propone. Un camino en el que aúna tecnología, gestión pública y privada, educación y marco jurídico. Y junto a ello habilidades como visión, proactividad, liderazgo y empatía. La inteligencia artificial, el big data y el blockchain son mucho más que medios con los que conseguir funcionalidades hasta ahora restringidas o no materializadas. Su transversalidad y su capacidad de ser aplicadas a todo tipo de procesos, actividades y sectores hacen que los sistemas de administración por los que nos hemos regido en lo financiero, lo sanitario o lo medioambiental estén a punto de saltar por los aires. Algo que, a juicio a Javier, es inminente y de lo que parece que aún no somos plenamente conscientes.

Un devenir inevitable en la globalidad en la que vivimos, un destino al que, si no llegamos a la par que las naciones que ya están en vía de alcanzarlo o ahí instaladas -como es el caso de Estonia, Singapur o Corea del Sur-, no solo nos quedaremos tras ellas, sino que veremos como perdemos calidad de vida de un modo integral. Para ello hace falta disposición individual y colectiva, apoyando de un modo mucho más claro las actitudes emprendedoras y los riesgos empresariales, y un cambio total de paradigmas con los que dar la vuelta a sistemas como el educativo -de transmitir conocimientos a generar personas creativas y comunicativas- y el legislativo -simplificando el corpus normativo y enfocándolo más a dar seguridad jurídica que a punir comportamiento indebidos-.

Han pasado dos años desde que se publicara Por una España digital, ya inmersos en la pandemia de la COVID-19, por lo que el escenario que diagnostica apenas ha cambiado. Algunas de las cuestiones que propone parecen estar en camino, he ahí la nueva ley de startups o las muchas páginas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España dedicadas a la transformación digital. Veremos cuándo y cómo se materializan, y si se concretan en cotidianidades como disponer de 5G en todo el territorio nacional, resolver cualquier trámite con las administraciones públicas en un par de clics o una gestión de la tecnología, por parte de todos (grandes empresas, administraciones y ciudadanos), con un filtro mucho más humanista y ciberseguro que hasta ahora.

Por una España digital, Javier Rodríguez Zapatero, 2020, Editorial Deusto.

Privacidad, falsedad y manipulación: el otro lado de la transformación digital

La revolución tecnológica en la que estamos inmersos ha metamorfoseado de tal manera las funcionalidades con que resolvemos nuestras necesidades diarias que no parecemos ser conscientes del cambio sistémico en el que estamos inmersos y de sus consecuencias. La evolución es positiva si nos beneficia a todos, algo que impide el modelo de negocio de las redes sociales, los usos inapropiados de la inteligencia artificial y la falta de debates éticos sobre los límites a establecer. Estos documentales de Netflix, HBO, Filmin y RTVE nos invitan a reflexionar sobre ello.

The perfect weapon (2020, HBO). ¿Cuánto pueden llegar a afectarnos los fallos en ciberseguridad? Tanto o más que la destrucción física, por eso las guerras hoy en día se juegan también en esa dimensión. La amenaza es dejarnos sin fondos económicos, dinamitar el funcionamiento de las infraestructuras más básicas o apretar el botón de stop en la operativa de cualquier industria o empresa en cualquier punto del mundo. No es una fantasía, es algo que ya ha ocurrido en un sinfín de lugares auspiciado tanto por gobiernos y servicios secretos, como por delincuentes aventajados en el uso de las nuevas tecnologías.

Posverdad: desinformación y coste de las fake news (2020, HBO). La intensidad, insistencia y eco de las mentiras puede ser tal que no solo oculte la verdad, sino que genere movimientos e iniciativas sociales que atenten contra la integridad y estabilidad de nuestras democracias. La realidad es que la falsedad nunca es producto del error o el desconocimiento, sino que está concienzudamente preparada y transmitida para generar desconcierto y polarización. Un ruido que, mientras entretiene y separa a los que se lo creen y a los que son víctimas de sus ataques verbales y físicos, es utilizado por sus organizadores para asaltar el poder político, mediático y económico.

Sesgo codificado (2020, Netflix). ¿De verdad los algoritmos son justos y neutrales, eficientes y eficaces, objetivos y asertivos? Los hechos nos demuestran que no, que están contagiados de los mismos prejuicios que los seres humanos. A fin de cuentas, son diseñados por personas, lo que hace que su funcionamiento y rendimiento estén teñidos por los mismos filtros, asunciones, inexactitudes y disfunciones que las decisiones humanas. Algo que, por norma, discrimina a quien no cumple el prototipo mayoritario marcado por la raza blanca sobre las demás, la heterosexualidad ante otras orientaciones sexuales u otros aspectos como la edad, el origen étnico o hasta el lugar de residencia. 

El gran hackeo (2019, Netflix). Disección del escándalo de Cambridge Analytics con el que quedaron claras dos cosas. El propósito de Facebook no es facilitar la comunicación entre personas sino obtener el mayor número de datos de sus usuarios y monetizarlos cuanto le sea posible, sin hacer caso a regulaciones ni a planteamientos éticos. Y que Donald Trump se sirvió de ello para manipular, engañar, violentar y radicalizar cuando pudo al electorado norteamericano para ganar las elecciones presidenciales de 2016. La consecuencia, un punto de no retorno del que tomar nota para no dejar que esto se convierta en norma.

El dilema de las redes sociales (2020, Netflix). ¿Cuán espontáneo y orgánico crees que es tu muro de Facebook o Twitter? No tanto como supones. ¿Qué determina lo que ves y en qué orden? Alguien que no eres tú. A partir del análisis de tus interacciones (me gusta, comentarios o click en un link) se te ofrecen contenidos alternativos que tienen como objetivo alimentar tu curiosidad y perpetuarte ante la pantalla o, peor aún, presentarte una visión de los asuntos que te atraen, interesan o preocupan acordes a tus sesgos con el fin de exaltarte o radicalizarte. El riesgo es que acabes teniendo una imagen del mundo no solo falsa, sino enfrentada con quien no la comparta.

I.nmortalidad A.rtificial (2021, Filmin). ¿Te imaginas crear un avatar o un androide que almacene todos tus recuerdos para que el día que no puedas comunicarte, o fallezcas, tu hijos y nietos puedan seguir relacionándose contigo? El punto de partida es registrar nuestras facciones, el tono de nuestra voz y los momentos, impresiones y sensaciones de nuestra biografía a partir de fotografías, vídeos, perfiles sociales y demás. A partir de ahí, la inteligencia artificial las interpretaría de manera que nuestro alter ego digital interactuaría con quien se situara frente a él respondiendo de manera análoga a como lo haríamos nosotros y haciéndole sentir que puede seguir contando con nosotros. Un medio de mantener viva la conexión de las futuras generaciones con su pasado, pero también, quién sabe, un riesgo de que la ciencia ficción en que la máquina supere al hombre, y se haga dueño y señor de su destino, se haga realidad.

Justicia artificial (2022, RTVE). ¿Aceptaríamos ser juzgados por un sistema de inteligencia artificial? ¿Confiamos en que vaya a ser justo y que sepa interpretar no solo la ley sino también el rol que tienen las emociones y las motivaciones -diferenciar entre error, despiste e intención- en su incumplimiento? Cuestiones que se añaden a la duda sobre la imparcialidad de los algoritmos y el desconocimiento de quiénes están tras ellos y los criterios que siguen para su diseño. Sin olvidar un asunto importante, si estos se fundamentan en el análisis del pasado, ¿cómo seríamos capaces de imaginar o visionar escenarios futuros a partir de la experiencia? (Link)

Cryptopia (2020, Filmin). ¿Son las criptomonedas el futuro de nuestras finanzas y la base sobre las que se sustentarán las transacciones económicas en el medio plazo? ¿Quiénes están tras ellas? ¿No supondrán realmente un trasvase de un modelo de regulación establecido por estados a otro controlado por determinadas personas físicas? A su vez, la tecnología blockchain promete descentralizar internet y devolver su control a cada uno de sus usuarios, dejando atrás la etapa de oligopolio de grandes compañías con un modelo de negocio fundamentado en la obtención y monetización de nuestros datos. ¿Utopía o vuelta de tuerca?